Cada uno de los miembros de este grupo ha
reflexionado sobre los 10 mandamientos. Y una vez juntos, hemos querido resaltar
el número 10: "Cuanto más te calles
tú y más conversaciones e interacción generes entre tus alumnos mejor";
sin menospreciar al resto de mandamientos.
Consideramos que, en resumidas palabras,
este mandamiento hace referencia al dejar atrás el método tradicional de
enseñanza-aprendizaje; abrir nuevos caminos y sobre todo, dejar que todo el
peso recaiga sobre los que realmente son el eje de la clase, de la escuela, del
Sistema Educativo: los alumnos, nuestros alumnos, nuestra PRIORIDAD.
De forma más global, haciendo un repaso de
los demás mandamientos, debemos tener en cuenta que es de gran importancia que
no perdamos la paciencia en ningún momento, ya que como sabemos, cada niño
lleva su ritmo y cada uno tiene un desarrollo completamente distinto al resto.
Por lo tanto, tenemos que darles el tiempo que necesiten a la hora de realizar
cualquier actividad o desarrollar cualquier habilidad; y en nuestra mano está
el que ellos aprendan y acaben entendiéndonos a través de las diferentes
explicaciones o metodologías que llevemos a cabo.
También tenemos que tener presente, en
todo momento, que debemos actualizar los recursos y materiales educativos, ya
que son el medio para conseguir una educación satisfactoria, y sin ninguna
duda, actualizarnos nosotros mismos, pues somos los futuros profesores, y los
que ya imparten docencia, los que tenemos la responsabilidad de ponernos al día
con las TICs y otros recursos y así poder ayudar a los alumnos a desarrollar habilidades,
actitudes y capacidades que hoy en día, y en un futuro, necesitarán para
desenvolverse en sociedad.
Por último, y no menos importante, cabe
señalar que los alumnos son personas. Es algo obvio, pero muchas veces se nos
escapa. ¿Por qué valoramos tanto a los médicos? Porque tienen en sus manos la
vida de numerosas personas. ¿Y nosotros? Nosotros vamos a trabajar con la
materia prima más poderosa, que en un futuro será la base de nuestra sociedad.
También tenemos en nuestras manos numerosas vidas. Tenemos que valorar a los
alumnos, para que un día nuestra profesión no esté tan infravalorada como lo
está hoy en día.
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