Durante el segundo día de clase de práctica continuamos
trabajando el punto, la línea y el plano, pero esta vez en parejas, para poder así, trabajar con los niños el respeto por los demás y por su trabajo, el compartir, el ayudar al otro si lo necesita, la comunicación y el diálogo entre ellos... Respecto a esto, nos encontraremos con algunos problemas, ya que los niños deben respetarse entre ellos y sus gustos y trabajos, y ambos podrán pintar en todo el papel. Es decir, no es la mitad del papel para uno y el resto para el otro. Pueden pintar en cualquier parte del papel y dibujar los puntos, líneas y planos como ellos quieran. Respetándose.
Que trabajen dos niños (o adultos) sobre un mismo papel implicará que unos puntos y líneas se superpongan sobre otros. Ahí ya estaríamos trabajando con ellos la superposición y a su vez, la mezcla de diferentes colores, que es un punto muy atractivo para los niños pequeños, descubriendo así la manera de crear diferentes colores a partir de los básicos.
En esta imagen observamos que los cuatro puntos grandes se superponen, mezclándose así el amarillo con el azul dando lugar al verde, o el rojo y el amarillo dando lugar al naranja.
A primera vista se puede apreciar que es un trabajo
mucho más dinámico que el anterior, que era individual, porque en esta práctica se trabaja en un plano más grande donde los alumnos pueden
sentirse más libres y expresarse mejor, es decir, pueden pintar en diferentes partes del papel, pueden pintar de pie, sentados, si se trabaja sobre el suelo pueden tumbarse...
En estas imágenes se pueden distinguir distintos tipos de puntos (manchas, puntos definidos, de distintos colores y texturas) y de líneas (líneas curvas como la espiral, o la palmera, líneas rectas...).
Por último, cabría incorporar una reflexión que nos animó a hacer nuestro profesor. Si un niño está pintando, y tú le dices que lo está haciendo mal, que un punto no se pinta así sino que se pinta de otra forma, le estás cortando su libertad de expresión. Y seguramente, al día siguiente, el niño no se atreverá a pintar como él quiere pintar. Por lo que nosotras creemos, al igual que nuestro profesor, que los niños deben expresarse, porque al igual que ellos aprenden de nosotros, nosotros aprendemos de ellos. Y quién mejor que un niño para tener imaginación y creatividad.
Lo que si podemos hacer, como hizo nuestro profesor en nuestro trabajo, es intervenir y dibujar en sus dibujos, porque así los puedes guiar, les puedes dar ideas para que experimenten, pero sin decirles lo que está mal, porque nada está mal. Pueden salpicar la hoja con el pincel, pueden usar esponjas, moldes, sus propias manos...
Nosotros somos los únicos que podemos poner los límites a su imaginación y creatividad. Asi que borrémoslos y dejemos enseñarnos por nuestros pequeños alumnos.
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