Tras la
entrada al blog que hice el otro día, en la que comentaba la importancia del
punto, la línea y el plano como bases de la imagen, en la entrada de hoy, me
gustaría hablar de lo dado en las clases prácticas de expresión plástica.
En primer
lugar, se nos ha mandado realizar un dibujo compuesto por puntos y líneas, en
concordancia con lo que estamos tratando y empleando témperas o pinturas de
dedo y variadas técnicas, para que el resultado sea diferente y llamativo.
A la vez,
nuestro profesor nos ha ido mostrando todos los conocimientos que podemos introducir
a la hora de explicar la pintura, como, por ejemplo, lo que significa
horizontal y vertical, superficie lisa o rugosa… y más definiciones útiles en
su vida cotidiana.
Una vez
cogido el pincel ,comenzamos dibujando puntos en un folio blanco, en mi caso,
con pinceles gordos y finos, haciendo puntos grandes y pequeños de diferentes
colores y, a continuación, comencé a hacer líneas, tanto rectas como curvas,
dándole todas las formas que mi imaginación me permitía expresar.
Antes de
comenzar con la pintura libre, hemos recibido mucha información sobre el
comportamiento que vamos a tener que llevar en nuestras clases de infantil, ya
siendo maestros.
Algo muy
importante para conseguir un buen ritmo de avance en el aula, es la colocación
del material “peligroso” (con más probabilidades de generar conflictos entre
ellos) y, por ello, debemos prever posibles altercados entre los pequeños
pintores, ya que son imprevisibles y pueden hacer cualquier cosa.
Ejemplo de colocación del aula de infantil durante el ejercicio de expresión plástica |
Se nos
dieron muchas indicaciones y sugerencias para mejorar el ritmo de la clase y
para lograr que nuestros alumnos dejen volar su imaginación con los pinceles,
consiguiendo grandes creaciones.
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